lunes, 20 de febrero de 2012

¿Por qué cambia de forma la Luna?

Lo que sí es extraordinario es que la Luna, vista desde la  Tierra parece cambiar de forma. Primeramente, se puede ver un cuarto completamente redonda. A continuación, comienza a disminuir hasta desaparecer por completo. Estos aparentes cambios en la forma de la Luna reciben el nombre de fases. Para recorrer las cuatro fases se requieren veintinueve días. El calendario moderno está basado en estos períodos lunares.
Pero, en realidad, la Luna no cambia de forma y siempre es una esfera. La luz que parece emitir es, de hecho, la del Sol, que se refleja sobre la superficie de la Luna y que es enviada por ésta a la Tierra. Si tomáis un objeto esférico, como por ejemplo, una pelota, y la ilumináis en un cuarto oscuro con una linterna, os daréis cuenta de que la mitad de la pelota está iluminada y que la otra mitad permanece oscura. Lo mismo ocurre con la Luna y con los demás planetas. La Luna presenta siempre una mitad al Sol  la otra a la oscuridad. Nosotros solamente podemos contemplar la mitad que está dirigida hacia el Sol y, a menudo, ni siquiera podemos ver esta media Luna en su totalidad.

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